Se denominaba antiguamente Castrován y se halla situado en un elevado promontorio. La iglesia parroquial de San Salvador tiene cuatro cuerpos. Dicen que en sus tesos existieron tres castillos.
Siguiendo la Ribera del Cea en nuestro deambular por Tierra de Campos, llegamos a esta localidad encaramada en un pequeño altiplano desde el que se divisan bonitos parajes desde el cortado que da al propio río. En primer plano, aparte del Cea, los inmensos campos cerealistas, y hacia el oeste la colosal silueta del Teleno con más de 2.100 m. de altitud, en invierno cubierto de nieve, al igual que todas las montañas de la Cordillera Cantábrica hacia el norte, desde el Bierzo hasta la montaña palentina.
La antigua "Castrovan", de la que se dicen que en sus tesos existieron hasta tres castillos, celebra dos fiestas al año con el mismo patrón, San Blas. La primera de ellas es el 3 de febrero, día del santo, pero al ser época de escasa concurrencia ha tenido que ser trasladada a fechas de más veraniegas. Así en torno al 13-14 de agosto, las verbenas, juegos infantiles y los tradicionales campeonatos de calva y tarusa alegran por unos días este pequeño pueblo.
Su edificio más significativo es la Iglesia de San Salvador, una construcción reciente en estilo mudéjar en la que destacan dos imágenes de Vírgenes del siglo XV de madera policromada y tres retablos.